jueves, 14 de agosto de 2008

Intimidad

Este día extraño todo. Estar en la terraza, las comidas con mis padres, los domingos en la playa, llegar a la casa y besar a mis perros, el olor a café, la familia que formé y que ahora ya no existe, los amigos que dejé, la bonita rutina de cada día, cuando lo que tenía era una familia, cuando llegar a casa de mis padres era un descanzo, era sentir el calor de hogar, cuando los cumpleaños, las navidades eran un gran acontecimiento donde se reunía toda la familia y lo que había era abundancia, hoy lo que hay son ausencias. En fin, estoy aquí, extrañando todo, asumiendo mis propias desiciones y luchando por no acomodarme a mi destino.

sábado, 2 de agosto de 2008

Las Constancias del Abuelo

Como antes, como cuando vivía la abuela Dolores, seguí consagrando las mañanas de los domingos al abuelo Javier. Pero esta vez fui con Mariana. Tenía el pálpito de que iban a sintonizar. Y sintonizaron. A Javier se le iluminaron los ojos, casi siempre abatidos, entornados. Le tocó la mejilla con una sola mano, como si quisiera confirmar con el tacto lo que mal distinguian sus ojos miopes. "Que linda" dijo exultante y "Qué estupendo ser jóven para quererse. Ya me olvidé de cómo era ser jóven pero no de cómo quise y de cómo me quisieron" . "¿Dolores?" Pregunté imprudente. "Dolores y Eugenia, Pastora, Isabel, etcetera" "Caramba abuelo, todo un harén" comentó Mariana. "No te asombres muchacha linda, ni te sorprendas si un día este nieto mio quiere a una o a otra. Es bueno tener un corazón grande, donde quepan muchos amores". "¿y yo, abuelo, tengo permiso para agrandar mi corazon?" ah no, chiquilina, ahi no hago concesiones. soy insobornablemente machista"

Tomado de "La Borra del Café" de Mario Benedetti