martes, 6 de mayo de 2008
Besar, Morder o Lamer...
El otro día me preguntaron: ¿qué es más rico: besar, morder o lamer? Y me puse a examinar cada una de las sensaciones y quise ser lo más sincera, al menos conmigo misma, entonces me dí cuenta que para mí lo más rico es lamer... Con eso concluí que estoy atrazada en la evolución porque me parece que el beso, en el sentido estricto, unicamente puede darse entre los humanos ya que los animales muerden o lamen...
Cuando estamos bebes no podemos dar besos, en lugar de eso pasamos nuestras lenguitas por todo aquello que queremos probar, vamos creciendo y cuando somos niños queremos morder todo lo que tenemos cerca, yo solía morder los borradores con olor a frutas, las tizas del pizarrón, el durapax, los dedos de los pies de mis hermanas, los lapices, en fin muchas cosas, pero también era mi método de defensa, pues cuando niños utilizabamos tanto las uñas como las mordidas para defendernos de nuestros agresores liliputienses más cercanos.
Luego viene el misterio del beso, porque más allá de juntar las bocas, el beso implica intercambio de sensaciones que recorren desde el estómago y hacia arriba y hacia abajo. Pero es algo aprendido, torpe al principio y que va adquiriendo experiencia y técnica pero que a nadie enloquece.
En el plano demostrativo corporal entre más evolucionados nos comportemos, más lejos del máximo disfrute nos encontramos, ya que en el plano sexual debemos regresar a lo primitivo, a lo instintivo y olvidarnos, por al menos un momento, del convencionalismo de la vida y sentir por todo el cuerpo los puñales de placer.
"Vale más gozar con el cuerpo que gozar con el pensamiento" Mahatma Gandhi
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